Ella sentía un poco de nervios; por primera vez iba a bailar con Draco Malfoy. Evidentemente, él conocía algún atajo que ella no, porque en pocos segundos, lo había perdido en el camino hacia la Torre. Se fue a un aula que sabía que estaba desocupada, disfraz de minions y se puso a llorar a moco suelto. Hannah no pudo evitarlo, lo único que sentía que podía hacer era la cosa más ridícula, y lo que se esperaba de todo Hufflepuff.
